Conversación con Oswaldo Vigas
Mariela Provenzali

Jueves 02 de agosto de 2007
Resonancias.org

¿Como se manifestó su primera inclinación hacia la plástica?
En la escuela primaria. Yo hacia teatro, y siempre en las obras —en su mayoría comedias— faltaba la ambientación, y como me veían dibujar me pedían que participara en la realización de los telones de fondo. Pero mis primeras obras fueron guaches sobre papel y mis primeros óleos los pinté sobre pedazos de loneta de un viejo catre. 

¿Cuándo expuso por primera vez?
En 1942 mandé ilustraciones para poemas de Arturo Machado, María Clemencia Camarán y otros, al Primer Salem de Poemas Ilustrados en el Ateneo de Valencia. Un día me llamaron para que fuera a recibir el primer premio. Estaba sentado en la última fila y cuando me nombraron me pare. Al caminar oía que la gente murmuraba porque aún tenía pantalones cortos.

¿Cuándo vendió su primera obra?
El Dr. Jorge Lizárraga me compró en 1942, dos obras. me parece recordar "Flor y Formas" e "Iglesia de Guacara" cuadros semiabstractos con elementos surrealistas.

¿Fue la influencia más importante en su actividad creativa?
Los grandes maestros, que conocí posteriormente en los valiosos libros la biblioteca de Luis Eduardo Chávez en Valencia. Pero ya yo tenía mucha obra realizada en pequeños formatos. Las primeras cosas que dibujé y pinté fueron absolutamente espontáneas... La gente decía que no sabía pintar porque lo que hacía no se parecía a nada...

Después de haber pintado durante años de una manera intuitiva, hice mi propia academia, dibujando desnudos femeninos y masculinos. caras, cuerpos. autorretratos, retratos de mi madre, hermanos y por supuesto paisajes y naturalezas muertas. Cuando llegué a París. me inscribí en la Escuela de Bellas Artes, en el taller de litografía y grabado que dirigía Marcel Jaudon y luego en el de Stanley William Halter.

¿En qué medios y en qué momentos se expresa con más libertad?
Dibujando, y cuando siento que no me agobian las responsabilidades, lo cual sucede en particular durante mis viajes. En esos momentos hago dibujos sobre cualquier soporte: manteles de papel, servilletas, tickets de metro, papel de periódico... En el material deleznable no hay retención, el peor material tiene la ventaja de que no despierta resistencia psicológica en el artista. Los papeles nuevos ofrecen resistencia porque es una superficie blanca y limpia, uno siente que la puede echar a perder. En cambio, en un pedazo de papel de periódico no se tiene ese problema, uno lo raya como quiere y a veces hace cosas buenas, y tiene la ventaja de que no le cae hongos gracias a las tintas, aunque se puede amarillear. Pintores famosos han realizado óleos bellísimos sobre papel de periódico y los pegan sobre tela después.

De esos dibujos que realizó espontáneamente, algunos los retomo después para pinturas, grabados, esculturas o cerámicas. Yo no creo en "evolución" en materia de arte, nunca he tenido una línea continua. voy para adelante y después para atrás, a un lado y al otro...

¿Cómo es un día en la vida de Vigas?
Detesto la rutina. no creo en la disciplina ni en la inspiración. nunca espero la inspiración para hacer algo las cosas se hacen con trabajo y no con inspiración.
No todos los días pinto, sólo cuando puedo y cuando tengo ganas, y cuando no hago otra cosa como cocinar, por ejemplo.
Me levanto lo más tarde posible, porque los problemas comienzan cuando sales de la cama... todo se complica cuando uno se levanta. Me encanta dormir, creo que es lo mejor que uno tiene. Sueño, pero no mucho y sólo recuerdo los sueños trascendentales. Todo el día es como al comienzo y se parece al final. Pero no hay regla, la única regla es que no hay regla, no hay disciplina ninguna. El trabajo no es desagradable porque es libidinal, es la libido la que interviene y eso produce placer aun cuando sufres. es placentero.

Veo que le gusta cocinar y está preparando una mermelada de naranja amarga, ¿cómo aprendió a hacerla?
Como la pintura, haciéndola, trabajándola, la pintura se aprende trabajando.

¿Cómo ha sido la relación con los artistas con los que ha compartido?
Al llegar a Caracas, en 1948, busqué un lugar para vivir cerca de la Escuela de Bellas Artes y de la Universidad. Conseguí una pensión de Fe a Santa Barbara donde vivía Humberto Jaimes Sánchez, Angel Hurtado, Omar Carreño, Victor Valera y Genaro Moreno; ellos fueron mis primeros amigos en Caracas.
He tenido amigos muy queridos. Hicimos un trío Angel Hurtado, Jaimes Sánchez y yo en el Taller Libre de Arte. Alirio Oramas, quien lo dirigía, fue el que me llevó. También estaban Mario Abreu, Luis Guevara Moreno, Régulo Pérez y otros.

¿Cuáles han sido los momentos más importantes en su vida artística?
En 1951 me gradué de médico y al año siguiente recibí el Premio Nacional de Artes Plásticas, el Premio Boulton y el Premio Arturo Michelena.

Sabemos que usted se encontró con grandes artistas en su época de París. ¿Cuáles son los que más recuerda?
Max Ernst, Fernand Léger, Jean Arp, Alberto Magnelli, Baltasar Lobo, Alfred Mannessier, Jean Dewasne, Victor Vasarely, algunos de ellos, por cierto, me fueron presentados por mi querido y admirado amigo, arquitecto Carlos Raúl Villanueva.

En cuanto a Picasso, fue el pianista venezolano Humberto Castillo Suárez quien me llevó a conocerlo en 1955 a su casa "La Californie" en Cannes. Fue un encuentro humano de extraordinaria empatía, más de toda consideración artística y pictórica. Me trató como a un colega, quería conocer mi trabajo y me pedía opinión sobre lo que estaba pintando y sobre su obra. Fue un momento excepcional en mi vida. Lo vi tres días seguidos y cuando nos despedimos los dos nos pusimos a llorar. Me hizo prometerle que volvería, lo cual nunca pude hacer por razones que sería muy largo explicar aquí.

¿Y Reverón?
Lo conocí antes de irme de Venezuela en una visita que le hice en compañía de los amigos del Taller Libre de Arte y de Rafael López Pedraza. Recuerdo que me metió los dedos en los oídos diciéndome que tenía que sacarme los bichos que podía tener en la cabeza, que a él le atormentaban. Angel Hurtado tomó fotografías de ese encuentro.

En esta conversación que hemos tenido durante estos días he descubierto que usted escribe poesía. ¿Cuándo comienza a escribir?
Desde la adolescencia. Siempre he escrito: muchos ensayos, artículos para periódicos, poesía y hasta piezas de teatro.

Bueno maestro, lo único que le falta a usted es cantar o tocar algún instrumento musical...
Pero soy un melómano, me gusta y gozo mucho la música. De niño comencé a estudiar piano en el Ateneo de Valencia; lo dejé porque no tenía el instrumento.
Mi compositor favorito es Chopin, pero me encanta Mozart, Bach. Beethoven, Prokofiev, Moussorgsky, Stravinsky...

La vida me ha acercado a grandes músicos como Jean Pierre Rampal, Narciso Yépez, Byron Janis, Yoyo Ma, Henryck Szeryng,mi compadre Maurice Hasson. sin olvidar a Krzysztof Penderecki con quien mantengo la relación. Krzysztof empezó un "Cuarteto para Oswaldo" en mi taller, en 1987, viendo mi serie de óleos sobre la crucifixión.

Esta sencilla y emotiva conversación, de preguntas y respuestas espontáneas en la casa del artista, se prolongó en silencio en el fascinante ambiente de su taller, lleno de olores y colores, donde realizamos la selección de las obras que se presentan en esta exposición.
 

Autor: Mariela Provenzali
©Copyright Oswaldo Vigas