La pintura de Karem Arrieta nos permite contemplar una y otra vez aquellas viejas fotografías de una niñez que pareciera haber quedado lejos. Son imágenes de un pasado lejano poblado de personajes infantiles identificados con la inocencia propia de la edad. Karem Arrieta transporta esos pequeños personajes, sus objetos y acompañantes a su mundo actual. Elaborados con una exquisita precisión y llenos de color, destacan la mirada y la pose. Miran y son observados. 

Obras Exhibidas