Contemplar nuevamente la pintura de Karem Arrieta es como volver a mirar una y otra vez aquellas viejas fotografías de una niñez que pareciera haber quedado tan lejos. Dar una nueva ojeada a esas imágenes de un pasado lejano que algunas veces parece ser solamente ayer. Es cerrar los ojos y ver como nos envuelve en un entorno donde la alegría y la nostalgia se confunden en una única y extraña sensación. Son una serie de personajes infantiles identificados con la inocencia propia de la edad y de la ingenua mirada, son ellos los que han llevado a la artista a través de ese largo viaje imaginario por un mundo infantil pleno de ternura y recuerdos que traspasa el vínculo existente entre ellos y su creadora para incluir al espectador.
Karem Arrieta transporta esos pequeños personajes, sus objetos y acompañantes a su mundo actual. Elaborados con una exquisita precisión y llenos de color, destacan la mirada y la pose. Miran y son observados. Combinados con un trasfondo de elementos figurativos que parecen estar vigilándolos, observándolos desde un espacio invisible, velando que la escena no sea interrumpida, alterada, que permanezca así como está, que mantenga todo ese ambiente de remembranza y melancolía, que no le quiten la inocencia que esos personajes infantiles nos trasmiten.
Nuevamente nos complacemos en presentar la obra reciente de Karem Arrieta, ya lo habíamos hecho en el año 2002. Un exquisito dibujo y una técnica aún más depurada nos acompañan en esta selección de obras que seguramente serán de la complacencia de todos.
Tomas Kepets
Director
Abril del año 2005