Entrevista
Texto: Karina López
Publicada en: TORRECASA
Año 5, Número XXII – Marzo/Abril 2005
“Tanto en Venezuela como en América Latina es necesario hacer un arte sin complejos: Siempre hay el mito de que todo proviene de una escuela y de que eso lo hicieron otros, y por ende está prohibido atreverse. No podemos prejuzgar el arte en nuestra cabeza, necesitamos tener nuestras propias experiencias”

Manuel Quintana Castillo
Más que la historia del arte lo importante su destino(...) Estamos en un mundo que ha perdido la magia de las formas, y la misión del arte es recuperarlas ”. Así inicia la conversación el artista plástico Manuel Quintana Castillo, en un encuentro que se desarrolla plácidamente en la galería Medicci, su representante exclusivo. Ya de entrada el maestro nos revela tanto su profunda sensibilidad como su inmensa sencillez razón de ser de toda su obra y que consolida en otro pensamiento: “ No se trata de llevar la vida a lo sobrenatural, se trata de traer lo sobrenatural a la vida”. Sin duda estamos frente a un espíritu intelectual, polifacético, polémico y actualizado...

Para el Premio Nacional de Arte 1973, la libertad es la piedra angular de la actividad creadora, pues es la única vía de hacer, deshacer y, en resumidas cuentas, de vivir.

Afirma que en Venezuela y en toda América Latina existe el mito de que todo proviene de una escuela y de que todo lo hicieron los otros, y por ende está prohibido para nosotros. ¿Por qué? ¿ Quién me dice que yo no lo puedo reinventar? Indagar y sacudirnos esos prejuicios, será lo único que nos permita tener nuestras propias experiencias”.

Y agregar: “Ya los Europeos tienen su cultura hecha: La verdadera magia está aquí en América... Si hacemos algo inédito, excelente, y si reinventamos algo, también es perfecto. Tenemos un mundo por delante, y por ello es necesaria la seriedad para enfrentar el arte.”

Si bien como él afirma “Todo lo plástico es visual, mas no todo lo visual es plástico”, por lo cual se opone al término genético Artes Plásticas para designar la disciplina de crear y excusar trabajos mediocres.

Su vinculación con cultura ha sido a través de la pintura, el estímulo perfecto para asumir distintas formas de la actividad artística: La trayectoria de Quintana Castillo abarca de igual manera expresiones como a comunicación, la música o la literatura (que, de hecho, integra a su obra).

Es profeso fundador de la escuela del Instituto Pedagógico de Caracas y se ha desempeñado la mayor parte de su vida en el campo de la docencia en diferentes lugares, incluyendo la Escuela de Artes Plásticas Aplicadas Cristóbal Rojas. Durante un par de años condujo el espacio radial “Cuadernos de pintura” en la Radio Nacional, de cual más tarde la Galería de Arte Nacional hace una recopilación de un libro del mismo nombre, y actualmente Quintana Castillo trabaja en lo que será el segundo cuaderno, con todas las osas que ha escrito desde 1982 a esta parte.

Su obra pictórica, generalmente plasmada en acrílicos sobre tela en gran formato, se caracteriza por una indagación constante. De hecho es el reflejo de su alma: múltiples estilos se funden en a permanente búsqueda que incorpora verbo y sensibilidad al acontecer plástico, para crear una visión inconfundible en la que todo tiene cabida y que, a partir de dos premisas básicas-la libertad de crear y la conciencia de la responsabilidad que eso genera-, el mismo autor denomina “Pintura Topológica”.

En una suerte de semiología del arte, el maestro asegura que la Pintura topológica “retoma la actividad pictórica como un acto que se desarrolla en la superficie plana ( la de u cuadro) y, a partir de allí, registra una sucesiva construcción y desconstrucción del espacio. Es entonces cuando el artista establece diferentes planos y diversas perspectivas que se enriquecen con múltiples formas geométricas en una trama construida de adentro hacia fuera en el espacio material de la pintura”

La línea dirigida es el epicentro de la pintura topológica: Un trazo libre que se suelta desde el pincel –a una distancia aprox. 10 cms. de la tela- con movimientos rápidos y precisos que expresan, mas que preceptos académicos, el sentimiento del alma... Después de todo estamos hablando con un artista que confiesa sin ambages que quiere ser libre dentro de su propio rigor. Y lo logra.

Su Apuesta: La Pintura
Con el inmenso mérito de haber logrado todo en la vida por sus propios esfuerzos y el respaldo de una vasta trayectoria profesional, algunos cuadros arquetípicos y gran numero de reconocimientos, Quintana Castillo hace una retrospectiva de su actividad: “Para mi pintura es una subjetividad que entra en la realidad a través de una dimensión pictórica.

Surge en mí como necesidad natural, no como imposición, y de hecho la misma actividad me induce a racionalizarla: la escritura plástica es el vocabulario”. ¿El objetivo final? Rescatar la espiritualidad.

“No se le puede prohibir al arte sus vínculos con el espíritu, por que el espíritu es la intervención de Dios en el mundo y no podemos cerrarnos a eso. Al renunciar al espíritu hemos llegado a un mundo donde la magia de las formas ha sido desterrada. En el mundo de hoy hablar de estética es como conectar algo del siglo XIX”, concluye el artista.