Es una simple mirada. Un gesto pensado. Ademán o sonrisa, ¿encubierta o deliberada? Es una sutil insinuación que va más allá de la simple intención de atraer. Enciende la permanente búsqueda del placer y domina la mayor parte del desconocido tiempo que durará la travesía entre el principio y el fin de la vida. Mueve todos nuestros actos corporales y nos lleva a adentrarnos en esa turbulencia creada por el encuentro de la sensualidad y el amor.

Es simplemente “Erotika”, que esta vez se presenta sin tabúes ni ocultamientos. Despojada de una aparente o hipócrita moral, que a través de un cuestionado pudor trata de esconder la verdadera llama que da vida y supervivencia a todo nuestro ser.

El erotismo ha estado presente en la obra de Asdrúbal Colmenárez desde hace mucho tiempo. Es obvio que refleja parte de si mismo, de su personalidad, su ser, pensamientos y sueños. Ya en la exposición El Viaje de Ulises (2004) y Odyssée Night (2004), Colmenárez, además de mostrar obras de gran formato, videos y esculturas, nos presentó pequeños dibujos y trabajos digitales plenos de figuraciones eróticas. En el año 2006, en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, surgen nuevos dibujos que acompañan la exposición Edipo Rey, la cual parece ser la culminación de la travesía de Asdrúbal Colmenárez por la tragedia griega.

Asdrúbal Colmenárez es quizá el artista más indicado para ser tomado como patrón de influencia, si se puede llamar así, al ejemplo que jóvenes artistas adoptan por un tiempo hasta llegar a la madurez. Colmenárez, quizá influenciado por esas casi tres décadas de pedagogía en la Universidad de París, mantiene una energía envidiable, siempre en permanente búsqueda, prueba, ensayo y error, adentrándose en nuevas técnicas, materiales no muy conocidos y confrontaciones propias de un ímpetu todavía juvenil.

Poseedor de una larga trayectoria tanto nacional como internacional, Asdrúbal Colmenárez está radicado en París, Francia, desde más de 35 años Jubilado de la docencia universitaria, mantiene ahora una casa-taller en la localidad de Choroni, estado Aragua y aunque su producción principal es elaborada en París, los aldeanos y visitantes se han acostumbrado a la presencia del “maestro” Asdrúbal y sus obras ya van formando parte del interés turístico de la localidad. Asdrúbal Colmenárez no es hombre de modismos o complacencias, su obra es firme y contundente, muestra sus reflexiones, su personalidad, su manera de ver y vivir el arte, es en esencia su propia vida la que expresa.

Quienes lo conocemos y nos regocijamos con su amistad podemos dar fe de su bonhomía, generosidad y permanente disposición a ayudar, guiar y aconsejar a jóvenes artistas que acuden a él por un consejo, una crítica sana, despojada de egoísmo y sobre todo, calificada por esa larga y dedicada trayectoria.

Enriquece este catálogo el texto crítico de Bélgica Rodríguez, quien nos lleva por la “Erotika” de Asdrúbal y el arte universal. Incluimos la acostumbrada y sazonada entrevista de José Pulido, periodista y poeta que se adentra en el la búsqueda del pensamiento erótico del artista. Esta vez, agregamos una visión más científica, y es Luis Arocha, médico y psiquiatra quien nos entrelaza el erotismo como reacción y pasión humana llevada al arte. La fotografía es de Yelis Ontiveros.

Es pues, “Erotika”, una exposición donde Asdrúbal Colmenárez muestra su más reciente trabajo. Para algunos será algo inusual, otros estarán fascinados o temerosos. Algunos disimularan su escándalo, pero indiscutiblemente es una obra que sorprenderá y esa ha sido la intención. Es la obra de un extraordinario artista plástico venezolano.


Tomas Kepets
Director
junio del año 2008