La Utopía esta íntimamente ligada a la mente humana, a nuestro ser. Es algo que inconcientemente lo llevamos dentro de nuestros sueños e ilusiones, pero la gran diferencia con ellos es que la Utopía eternamente termina siendo irrealizable. Así ha sido desde siempre. Podemos ver ya en el Antiguo Testamento, (Génesis 11:1-9) que nos refiere a los tiempos cuando se hablaba un solo lenguaje sobre toda la tierra y que los hombres encontraron hacia el este el sitio ideal donde luego se asentaron, una llanura y valle – La Tierra de Sinar – en él se establecieron y comenzaron a construir con ladrillos cocidos con un procedimiento de quema en vez de usar piedras y betún como mezcla de argamasa, una ciudad y una torre tan alta que llegaría al cielo y los haría celebres para así evitar ser esparcidos por toda la superficie de la tierra.

Jehová quiso mirar la ciudad y la torre que los hombres construían y bajó. Vio que eran un solo pueblo, hablaban un solo idioma y se entendían entre ellos y al ver lo que hacían pensó que todo lo podrían lograr. Procedió pues Jehová a confundir su lenguaje y así los hombres no se entendieron entre ellos. Ahora estarían confundidos. Luego Jehová los esparció por sobre toda la tierra y dejaron de construir la torre, – La Torre de Babel – ¿Fue quizás esa construcción mítica conocida como la Torre de Babel la primera Utopía? ¿El primero de tantos sueños irrealizable del ser humano?

Fascinado por las narraciones de Américo Vespucio sobre la isla de Fernando de Noronha en el año 1503, Tomás Moro tituló “Utopía” una de sus más fascinantes obras en el año 1516.

En ella Moro nos describe una isla nueva y pura, un lugar donde existiría una sociedad perfecta, ideal y organizada. En la “Utopía“de Tomás Moro no existirían guerras, la propiedad sería de todos por igual, los hogares son similares y sus habitantes aparte de trabajar dedican su tiempo libre a la lectura y el arte. Las ciudades serian semejantes, no existen los conflictos y la paz y la armonía es absoluta. En aquella época y en la actual, una verdadera “Utopía“.

Miguel Von Dangel traza su propia “Utopía“. La lleva a su obra, la va formando con ciudades imaginarias, utópicas, que son vinculadas con bocetos y mapas que son franqueados por ríos, lagos y caminos donde una acentuación muy especial es dada por elementos externos que son incorporados a la obra. Hay un colorido muy intenso, penetrante, nuevo, vivo y resplandeciente que capta y satisface con un sutil encantamiento al veedor. Más que un encantamiento, es un impacto visual, un vínculo que se establece entre los dos personajes, la obra y el veedor.

En esta nueva exhibición individual de Miguel Von Dangel se exhibe la obra reciente del artista. Se podrá notar su permanente desarrollo producto de una investigación rigurosa y exhaustiva, la perfección lograda en el manejo de materiales externos que se incorporan a la obra sin turbarla, el tratamiento de un color mucho crecido y penetrante.


Es la propuesta de una obra madurada, meditada consigo mismo. Una obra que va mucho más allá del simple acto de pintar. Es el resultado de largos meses de arduo trabajo, pensamiento concebido y plasmado en cada una de las obras, una temática fascinante que nos lleva al encuentro con un viaje artificioso por lugares hasta ahora desconocidos a los que Von Dangel les imprime ese toque personal, nuevo y especial que todos esperábamos.


Tomas Kepets
Director


“La utopía está
en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos
pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.
Entonces, ¿para que sirve la Utopía? Para eso, sirve
para caminar.“

Eduardo Galeano