Reemplaza el detalle visual definitorio de la figura humana por una refinada forma llena de suave línea, cadencia y sensualidad. Aparecen siluetas casi abstractas que sin necesidad de puntualizar gestos, posiciones y estados de ánimo se transmutan en expresiones amorosas plenas de ritmo y espiritualidad. Distante de la común figuración, la escultura de Carbonell colma el ambiente con un elegante minimalismo pleno de una ternura y encanto casi mágicos que suscita un vínculo perenne con el veedor.

Manuel Carbonell (1918-2011) nacido en Cuba, forma parte de una generación de grandes maestros como Wilfredo Lam, Agustín Cárdenas y Amelia Peláez entre otros. Después de sus trabajos iniciales en Cuba donde la religiosidad ocupa un lugar primordial en su obra escultórica, a principios de los años sesenta se residencia en Nueva York y sus esculturas adquieren un estilo cada vez más personal. La incorporación de una suave distorsión de la figura humana, el alejamiento del detalle descriptivo lo va transportando hacia una nueva figura minimalista que lo va a caracterizar a lo largo de toda su trayectoria, se inicia así su largo camino hacia un nuevo giro de su obra. En Nueva York se incorpora al plantel de Maestros de la Galería Schoneman donde sus esculturas comparten con obras de Braque, Chagall, Monet, Picasso, Gauguin y Renoir entre otros. Carbonell asciende así a otro nivel en su producción escultórica donde ya se destacan las obras en bronce pulido que lo identificará a lo largo de su trayectoria.

A mediados de los años setenta se traslada a Miami donde desarrolla sus excelentes esculturas de carácter monumental que se convierten en iconos de la ciudad, especialmente en el sector de Brickell donde obras como “El Centinela del Río” de 6.5 metros de altura y la "Columna de la Historia" que culmina en su punto más alto de 16 metros con la escultura “La Familia Tequesta” donde se refleja la historia de los pobladores de Miami, de los indígenas y sus pioneros y que parecen vigilar la entrada al puente de Brickell y la caminería que bordea la isla de Brickell Key. En relación a esta monumental obra dijo Carbonell: "Estoy convencido de que , anteriormente, hace mucho tiempo, hubo muchas civilizaciones más avanzadas que la nuestra, que no sabían cómo disfrutar de la belleza del alma. Yo estaba en amor con éste proyecto, en primer lugar porque los Tequesta son un pueblo fascinante, segundo, porque se trataba de un monumento muy importante por sus enormes dimensiones"
También obras de carácter monumental como “Couple in Love” y “Abrazo” se pueden admirar en los lujosos lobbies del Hotel Mandarín Oriental de Brickell Key y el Ritz Carlton de Bangalore, India. En el Parque Xujianhui de Shanghái, China, está colocada una gigantesca pieza suya titulada “Nueva Generación”, obra (1988) que, representa a una madre recostada amamantando a su bebé, elaborada en bronce y con pátina de color negro, mide 2,1 metros de ancho y 1,2 metros de alto.

Carbonell consideraba la figura humana como lo más importante en su trabajo, "La figura humana es lo que más me interesa, en la figura humana, he descubierto los principios dinámicos de la forma y el ritmo inherente a la metamorfosis de la vida. Algo curioso me pasa cuando me siento para iniciar el proceso de traducir las imágenes de mi imaginación a esta tercera dimensión.

Veo toda la pieza terminada, en mi mente, incluso antes de empezar".
Manuel Carbonell trabajó arduamente a lo largo de toda su vida, su dedicación a la escultura fue total, inclusive en los tiempos de adversidad . No en vano se le considera entre los más destacados - Maestros Escultores - como Rodin, Henry Moore y Brancusi entre otros. Durante sus 93 años de vida siempre tuvo en mente y como meta, alcanzar la excelencia y la exquisitez en cada una de sus creaciones, siempre mantuvo su lema muy personal: "Mi vida es mi trabajo. Y mi trabajo es mi vida."

Tomas Kepets
Director
Agosto del año 2013